Mientras los regimientos de masacres pasadas se abren camino hasta la superficie, sus ojos brillan con un poder profano. Silenciosamente se reúnen tratando de componer sus antiguas filas, esperando en silencio las órdenes de su nuevo señor. Los estandartes andrajosos se agitan con las brisa antinatural de su creación. Los musicos sin labios hacen sonar los cuernos y los elevan en un canto fúnebre y espectral. Esta caja contiene 10 miniaturas de plastico.
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